El vino ha sido una parte esencial de la cultura italiana y es un elemento que identifica sus raíces. El vino cuenta la historia y la cultura de Italia, define su territorio e ilustra su paisaje, que de norte a sur despliega una variedad de expresiones territoriales que lo convierten en un país culturalmente rico y con un estilo único. La cultura del vino es el espejo de este país y los caracteriza mostrando su diversidad y unidad. Sus regiones, dialectos, costumbres, tradiciones, conocimientos, y excelencia logran demostrar sus rasgos.
El vino es parte de su literatura, arte figurativo, el teatro y el cine; de igual manera logra entrelazar la historia, la geografía, la ciencia de la alimentación, las tradiciones, los conocimientos, la agricultura y la política productiva. El conocimiento de la cultura del vino se configura de manera tal como un elemento esencial de la cultura italiana. Quien ha tenido la fortuna de visitar Italia sabe que los italianos tienen la costumbre de comer lo más saludable posible. Es por esta razón que una copa de vino cada día nunca falta en las mesas italianas, desde mucho antes de conocer las recientes evidencias científicas sobre sus efectos positivos en la circulación.